Una administradora de fincas de la Calle José Fernandín de Piedras Blancas, dio aviso a la Policía Municipal de haber recibido un paquete sospechoso en su oficina. En el lugar de los hechos se personaron la Guardia Civil y una dotación del Grupo Especial de Desactivación de Explosivos. Recogieron el paquete, y como medida preventiva de seguridad desalojaron el edificio, lo llevaron a explosionar de forma controlada a las inmediaciones de la piscina municipal. El paquete no contenía sustancias explosivas.