El museo de Anclas Philippe Cousteau de Salinas vuelve a estar a oscuras. La causa, el robo de parte del cableado, la misma circunstancia que mantiene sin iluminación artificial a la senda fluvial, desde San Juan hasta Piedras Blancas, y también a la senda peatonal de Coto Carcedo.
En esta ocasión los ladrones sustrajeron 420 metros de cable, y aunque desenterraron otros 800, no pudieron llevárselo, ya sea por falta de medios o por temor a ser sorprendidos. El Ayuntamiento se percató de la acción ayer, aunque probablemente el robo se perpetró la semana pasada.
El robo se produce seis meses después de que el Ayuntamiento restituyese el alumbrado, después de volver a tender el cableado sustraído y de reemplazar algunas lámparas que también habían sido robadas o que estaban deterioradas, en muchos casos como consecuencia de actos vandalicos. La obra costó 9.000 euros.
En los últimos dos años, los ladrones se han llevado 4.169 metros de cable, además de cinco tapas de alcantarilla, con un valor, sólo en material, de 7.959 euros. A esta cantidad hay que añadir los desperfectos ocasionados, que van desde tapas de registro rotas hasta postes de la luz serrados, como ocurrió el pasado verano en el alto de Pulide.
El Ayuntamiento tiene previsto sustituir el cableado robado en el Museo de Anclas. No así el de la Senda Fluvial.