El estado de las playas del concejo dista mucho del que a estas alturas del año, con el verano en ciernes, deberían presentar. Aún no se ha realizado la ‘operación limpieza’, que habitualmente se acomete a mediados del mes de mayo, y los resultados saltan a la vista. Las playas están sucias, cubiertas de troncos y maderas y también, aunque no tanto, de desperdicios de otra naturaleza, especialmente plásticos.

En Salinas-San Juan, la playa más concurrida del concejo, sólo se ha limpiado, y tampoco a fondo, la parte que se ve desde el paseo, es decir, desde La Peñona hasta el edificio Gauzón IV. A partir de ahí y hasta San Juan, el panorama cambia drásticamente, tal y como han comprobado las numerosas personas que estos días, animados por el buen tiempo, se decidieron a tomar un baño de sol.

En Arnao, en Santa María del Mar, en Bayas y en general, en todos los arenales del concejo la situación es similar: troncos, maderas, basura… Antes de tender la toalla conviene mirar dos veces.

El lado bueno es que las playas del concejo han recuperado parte de la arena perdida en los últimos lustros. En líneas generales hay bastante más que el verano pasado, aunque el nivel todavía está lejos del que durante muchos años fue el habitual. En Salinas, un tramo de la escollera construida en 2009 sigue a la vista, y en la zona de baños situada enfrente del Balneario, la principal, se acumulan piedras y restos de anteriores escolleras que en general, salpican todo el arena, desde la Peñona hasta San Juan. También hay más arena en Arnao, aunque en este caso la recuperación no es tan evidente.

Así las cosas, el Ayuntamiento confía que la bandera azul vuelva a ondear este verano en las playas de Salinas-El Espartal y de San Juan y en el Museo de Anclas Philippe Cousteau. También se ha solicitado una cuarta, en Arnao. No en la playa, sino en el conjunto minero Arnao, rehabilitado pero aún cerrado al público, y sin fecha de apertura prevista.