En apenas un año, el antiguo Club Espartal de Salinas ha pasado de ser una entidad obsoleta, en quiebra, con apenas doscientos socios y abocada al cierre, a convertirse en un moderno y completo centro deportivo de primer orden que está al borde de superar la barrera de los mil abonados. El artífice de tan drástico y vertiginoso giro tiene nombre y apellidos, Daniel Alonso Villarón, un empresario castrillonense que decidió tomar las riendas de un club al que pertenece desde que era niño.

Los resultados están a la vista. El primer paso fue remodelar, o más bien reconstruir, las desfasadas y desgastadas instalaciones, desde el vestíbulo hasta las pistas de tenis, y dotarlo de un gimnasio a la última y de unas salas de actividades colectivas cuya oferta supera las ochenta horas a la semana, desde ciclismo indoor hasta aeróbic, sin olvidarse del step, el pilates y un largo etcétera.

El segundo paso, y aún más importante, fue recuperar el espíritu deportivo. El Espartal Sport Center es, como dice su nombre, un centro deportivo, no un club social. Además del gimnasio, las salas de actividades colectivas, las dos pistas de tenis, la polideportiva, las de pádel -otro de los motores del club- y la piscina, cuenta con escuelas deportivas de tenis, pádel y surf activas durante todo el año, con un club del corredor y con un grupo de montaña. También organiza o colabora en la organización de competiciones o acontecimientos deportivos, como el triatlón infantil previsto para el 15 de agosto.

Lejos de detenerse, la expansión continúa. La última novedad es la apertura de la terraza de verano, situada entre las pistas de tenis y la piscina. Ofrece bebidas, comidas y cenas en un ambiente ‘chill-out’ al que contribuye decididamente el refinado mobiliario, sello que distingue al Espartal Club Center.

La terraza funciona desde por la mañana hasta la noche, está abierta al público y amplía la oferta lúdica de Salinas, que no es precisamente excesiva.

La inauguración se celebró ayer, un multitudinario acto al que acudió un amplia representación de la sociedad castrillonense y del resto de la comarca, desde empresarios a deportistas y sobre todo, vecinos de a pie. La terraza complementa la cafetería, un espacio que, al igual que todos los demás, nada tiene que ver con lo que era hace un año. Ahora ofrece menús, dispone de conexión inalámbrica gratuita a internet y suele estar llena de gente.

Una vez inaugurada la terraza de verano, el próximo reto es ampliar el gimnasio y las salas de actividades colectivas.

Al margen de las instalaciones, otras claves del éxito del Espartal Sport Center son la profesionalidad del personal que lo atiende (veinte trabajadores) y sus contenidas tarifas. Los precios oscilan entre los 20 y los 64 euros mensuales, en función del número de actividades solicitadas. También hay entradas diarias y bonos, aunque para disfrutar de la terraza de verano y de la cafetería solo hay que abonar la consumición.