Las obras para instalar una fosa séptica en Las Bárzanas comenzaron ayer, después de que hace una semana los vecinos denunciasen que el agua sucia rebosaba e interrumpiesen la obra iniciada por el Ayuntamiento. Los trabajos municipales pretendían sacar el agua del depósito por una tubería y construir un canal de drenaje que limpiase el agua antes de que llegase al río.

La movilización de los vecinos paralizó los trabajos e hizo cambiar los planes del gobierno local. El proyecto inicial consistía en sacar el agua del depósito porque pensaban que en la zona había una fosa séptica y el agua salía medianamente limpia. Cuando los operarios abrieron el tanque, se percataron de que había un simple pozo negro en el que se almacena el agua sucia, sin proceso de purificación alguno. Dada la situación, el gobierno municipal de IU decidió construir la fosa séptica, un sistema de dos depósitos en el que el agua residual cae en el primero de ellos, donde va decantando, y deja atrás los residuos. A continuación el líquido pasa al segundo depósito, donde continua la depuración. El agua sale finalmente por un aliviadero para que el proceso funcione y no rebose el líquido sin depurar.

Una vez finalice la instalación de la fosa, el Ayuntamiento pretende construir un canal de drenaje con cantos rodados para completar el sistema de depuración. El gobierno local está a la espera de recibir el visto bueno de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico para acometer esta segunda fase del proyecto.

La asociación de vecinos de la localidad denunció hace una semana que el agua sucia rebosaba del pozo y fluía por los pastos del pueblo con el consiguiente peligro para algunos animales que podían sufrir algún perjuicio.