El de Beatriz Pérez Candela es un negocio como el Ave Fénix. El restaurante merendero que regenta en la localidad castrillonense de La Braña ha vuelto a abrir las puertas a la clientela resurgiendo de sus propias cenizas. Un incendio asoló buena parte del establecimiento la pasada noche de San Juan, apenas dos semanas después de su inauguración. Beatriz Pérez vio como los ahorros familiares invertidos en aquel restaurante llamado a sacarles de apuros se esfumaban en forma de humo, poniendo en grave peligro la economía familiar.

Tras una importante reforma, abrieron al público el día 8 del pasado junio. El negocio iba viento en popa. El día 24 de ese mes estaba señalado con un asterisco en su calendario. Tenían todo el establecimiento reservado, tanto el comedor como el merendero. La desgracia, la mala suerte, impidió que aquel San Juan pudiesen atender a sus clientes.

Una avería en el termostato de la nevera fue la causa del incendio, que asoló buena parte del establecimiento. Tras el incendio, a punto estuvieron de tirar la toalla. Pero había que seguir luchando.

Más de 23.000 euros fueron necesarios para volver a poner en marcha su negocio, ubicado en la zona rural de Castrillón, un auténtico remanso de paz. El establecimiento reabrió el pasado día 14, víspera de La Asunción.