Las obras del saneamiento de Pillarno y Quiloño se reanudarán en noviembre, según señaló ayer la alcaldesa de Castrillón, Ángela Vallina. El Principado comenzará en los próximos días el pago de las expropiaciones de los terrenos afectados por las obras y, una vez concluido ese trámite, reanudará unos trabajos que están suspendidos desde hace casi un año.

El proyecto fue adjudicado en junio de 2010 a la unión temporal de empresas (UTE) Corsán Covián Construcciones, S. A., y Sánchez Lago, S. L., por un importe de 4.361.411 euros y con un plazo de ejecución de 18 meses. El 70 por ciento del coste de las obras lo financia el Principado a través del programa Feder y el resto, el Ministerio de Medio Ambiente. En noviembre de 2011, estando Foro Asturias al frente del Gobierno regional, la Consejería de Fomento recortó proyectos de la Junta de Saneamiento. Y para el de Pillarno y Quiloño figuraba un tijeretazo de 3,6 millones de euros.

Las obras consisten en la construcción de un colector general de más de 6,6 kilómetros de longitud, desde Moire hasta conectarlo con el aliviadero del río Raíces en las inmediaciones de Coto Carcedo. El colector desde Moire va paralelo a la carretera municipal hasta El Cuadro (Pillarno). Desde allí continúa, también en paralelo, por la carretera autonómica CT-2 (Piedras Blancas-La Cruz de Illas) y el Raíces y pasa bajo la Autovía del Cantábrico, se acerca a la entrada de Piedras Blancas y, por último, se conecta al aliviadero de Coto Carcedo.

Asimismo, se construyen ramales principales en Moire, de 86 metros de longitud, La Cangueta, de 1,1 kilómetros de longitud y que recogerá también las aguas de Orbón, y el de Las Bárzanas. El proyecto prevé otros tres ramales secundarios con una longitud de 500 metros. En total las obras supondrán la instalación de 10.400 metros de colectores que darán servicio a una población de unos 500 vecinos.