El Ayuntamiento de Castrillón ha comenzado a retirar las farolas que quedaron fuera de servicio a raíz de la decisión municipal de reducir a la mitad la intensidad del alumbrado público. La medida, enmarcada en un plan de ahorro energético, comenzó a aplicarse hace ahora un año, y ha significado el definitivo apagón de numerosos puntos de luz, primero en las zonas urbanas y desde hace unos meses también en las rurales.

Con todo, el descenso de kilowatios consumidos no ha conseguido detener la factura, lastrada por el aumento tarifario. A fecha 24 de septiembre ya superaba a la de todo 2011, 1,4 millones frente los 1,2 del año pasado.

En cuanto a la retirada de los puntos de luz, en algunos casos se retira la luminaria y en otros también el poste que la sustenta.