Las visitas a domicilio de personas que ofrecen un dispositivo regulador del caudal del agua responden a una estrategia comercial. La Policía Local ha identificado a la empresa responsable, así como a uno de los vendedores, y en un principio no ha detectado nada ilegal. Con todo, el Ayuntamiento ha presentado denuncia ante la Guardia Civil, dado que según fuentes municipales, «algunos de los vendedores se presentaron como técnicos del servicio de aguas, lo que podría constituir un delito de suplantación de identidad con fines lucrativos».

La alarma saltó días atrás cuando la Policía Local y la empresa Aqualia, adjudicataria de la gestión del agua, alertaron de una posible estafa tras recibir numerosas llamadas de vecinos que aseguraban haber recibido la visita de personas que, en algunos casos, se habrían identificado como miembros del servicio de aguas, ofreciendo un dispositivo que supuestamente permite reducir el consumo.