El gobierno castrillonense presentará un presupuesto de 17.420.000 euros, un descenso de casi el 20% con respecto al último aprobado, el de 2011, prorrogado en 2012. En la última comisión de Hacienda, el portavoz del PP en el Ayuntamiento de Castrillón, Jesús Pablo González-Nuevo Quiñones, quiso saber «si el PSOE sería el socio preferente», algo a lo que la concejala de Hacienda, Yasmina Triguero, «contestó que sí», según mantiene Quiñones.

Ante esa situación, el Partido Popular ha anunciado que «no se negará a ser informado de los presupuestos previstos», pero recalca que «el PP no es apéndice de nadie ni segundo plato, sino alternativa de gobierno, con unas propuestas bien definidas en cuanto a reducción de gasto superfluo y contención en lo posible de impuestos, así como primar e incentivar la inversión productiva y la creación de empleo, por lo que no será fácil que se pueda llegar a ningún acuerdo».

Por otro lado, el portavoz de los populares indicó que «la edil de Hacienda reconoció en la comisión que las transferencias de la Administración central serán más de las previstas, ya que se contaba con 5,1 millones y serán 5,5 millones de euros en 2013». A su juicio, esta circunstancia «demuestra que es incierto que el Gobierno central castigue a los ayuntamientos, como tantas veces dice la alcaldesa», Ángela Vallina, y que «es todo lo contrario porque este aumento de ingresos viene derivado por el aumento del plazo de amortización de la deuda fiscal de los municipios con la Administración central», que se ha ampliado a diez años.

Las sucesivas modificaciones presupuestarias redujeron el montante real ejecutado a unos 18 millones. El descenso de los ingresos conlleva la reducción presupuestaria, y el Ayuntamiento ha tenido que rebajar a la mitad la intensidad del alumbrado público, cerrar la pileta pequeña de la piscina municipal, clausurar el servicio de préstamo de bicicletas o suprimir las subvenciones a asociaciones de vecinos. Izquierda Unida también ha adoptado otras medidas impopulares, como las subidas, pactadas con el PSOE, del IBI (un 4% anual entre 2014 y 2022 y hasta entonces, un 10%), de la tasa de recogida de basuras (un 15% en 2013, y a partir de ahí, un 10% ), de las actividades culturales y deportivas y de la viñeta, que también critica el PP.