«El nivel de mercurio de varios trabajadores retirados de los lugares expuestos al metal pesado ha aumentado y esto sólo tiene una explicación: que existe un foco distinto al que se detectó en diciembre y que ni Asturiana de Zinc, ni Inspección de Trabajo, ni el Instituto Asturiano de Prevención lo tienen controlado». El que habla es Javier Vázquez, el secretario de Salud Pública y Medio Ambiente de la Federación de Industria de Comisiones Obreras (CC OO) en Asturias.

La denuncia de Vázquez se refiere, al menos, a dos casos de empleados expuestos a posibles emisiones de mercurio que fueron confinados en el local de usos múltiples con el fin de evitar que la exposición al elemento siguiera creciendo. Se da la circunstancia de que, según el relato de Comisiones Obreras, el nivel de las analíticas en vez disminuir, se acrecienta.

El Instituto Asturiano de Prevención de Riesgos Laborales aseguró haber controlado el primer foco (el intercambiador de la planta número cuatro de tostación) y, según ha sabido este periódico por voces conocedoras del caso, el interrogante está en conocer la respuesta a la presencia de mercurio en trabajadores de la compañía Asturiana de Zinc (relacionados con la planta de tostación, pero no sólo). A esta indagación, según CC OO, se ha de sumar ahora el aumento de los niveles de los trabajadores que ya no están destinados en puestos de peligro.

El Sindicato Independiente de Trabajadores de Asturiana de Zinc (Sitaz) facilitó a los componentes del comité de empresa una síntesis de las medidas llevadas a cabo para acabar con el envenenamiento por mercurio. El informe de actividades a este respecto señala: «Realización de la evaluaciones higiénicas en el área de Tostación y en aquellos puestos con trabajadores cuyo VLB (valor límite biológico) sea superior a 15». Es decir, la compañía ha reubicado al personal al que se le ha detectado niveles biológicos más altos que 15 microgramos por litro de sangre. ¿Cómo ha hecho esta operación? La empresa reconoce que 15 de sus trabajadores están intoxicados. «A unos los ha colocado en un local para formarlos en asuntos del mercurio, a otros los ha colocado en puestos restringidos, es decir, donde, presumiblemente, no crecerá su intoxicación de mercurio. Varios de los que están formándose son los que han visto cómo crece su intoxicación», reconocieron fuentes del comité de empresa.

El caso del mercurio se detectó por primera vez el domingo día 2 de diciembre. Un par de trabajadores de la auxiliar Ingeniería Montajes del Norte (IMSA) notaron los primeros síntomas que, después, iban a diagnosticar como envenenamiento por mercurio. Azsa reaccionó llamando a un «experto mundial» en mercurio.